El comienzo del conflicto
La Guerra Civil Española empezó el 17 de julio de 1936, con el levantamiento de los generales Emilio Mola y Francisco Franco contra la República democráticamente establecida. Aunque los rebeldes Nacionalistas intentaron provocar insurrecciones militares por todo el país, tuvieron éxito solo en algunas partes. En zonas rurales donde había una marcada influencia política de derecha, las fuerzas de Franco solían salir victoriosas, tomando control político y aplicando la ley marcial. Sin embargo, en ciudades con fuertes raíces políticas de izquierda, las revueltas enfrentaron gran resistencia y muchas veces fueron controladas. Varios oficiales españoles se mantuvieron leales a la República y decidieron no apoyar el levantamiento.
